30 ene 2011

Venta de fascículos con animales muertos...

(Nota para los padres...)
Como habréis visto estas semanas en TV y demás publicidad una importante editorial (RBA) ha comenzado de nuevo a vender unos fascículos acompañados de animales muertos, dentro de plástico duro. Un triste ejemplo de lo que no se debe hacer. Os adjunto un link de Ecologistas en acción, la coordinadora de casi todos los grupos españoles donde se recoge su postura. Un clamor unánime que os recomiendo que leáis para entender bien qué se esconde detrás de este triste negocio.
http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article6597
El coleccionismo de animales ha sido sin duda alguna uno de los peores males ambientales de los siglos XIX y XX; un mal que ha llevado a la extinción directa de especies. Existen múltiples ejemplos. A principios de siglo, la moda llevó a la casi extinción de muchas especies de garzas, capturadas tan solo para aprovechar dos o tres de lasplumas de su cabeza para orlar sombreros y pamelas de lujo europeo. Durante el siglo XIX y buena parte del XX España era el paraíso de los coleccionistas de huevos de aves, muchas de ellas especies ya extinguidas en el resto de toda Europa y donde era un delito. Todo ello continúa hoy día en un marginal y delictivo mercado negro. Como paradigma de lo que supone la colección de especímenes podemos recordar la extinción del chochín de Lyall en una pequeña isla de Nueva Zelanda. Allí el gato del farero capturó un total de 13 ejemplares de una especie que no volaba. Especímenes enviados a colecciones de Gran Bretaña. No quedaron más...
Afortunadamente, en los paises europeos y del primer mundo, las cosas han cambiado. Difícil sería vender estos especímenes en la Europa civilizada. Una Europa donde estos ejemplos de animales muertos han desaparecido de espacios educativos como museos. Allí los animales disecados han sido sustituidos por animales en yeso, imágenes o dibujos. Difícil es inculcar a alguien, en especial a un niño, que se debe de proteger la vida a un animal, gracias precisamente a un animal disecado...
Por eso es importante, en nuestro mundo educativo, fomentar el respeto de la naturaleza, pero no utilizando animales muertos. Ni disecados. Ni restos de especies en peligro de extinción. Esto es totalmente compatible con lo que supone para cualquier niño el coleccionar restos encontrados en el campo. Esta segunda opción que potencia la curiosidad, observación y la relación entre el hombre y el medio. Los restos encontrados en el campo son un buen estímulo para alcanzar estos fines, por otro lado extensibles a otros campos educativos. Pero la comercialización en masa de cadáveres no debe ser confundido con este perfil positivo. Se trata tan solo de un negocio basado en la cría y muerte de animales con un fin meramente lucrativo. Porque para estudiar a los animales, recordemos no hace falta matarlos. ..

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